“La muerte
de una persona es un hecho natural, ahora bien, si se produce en un accidente
de tráfico se convierte instantáneamente en una tragedia. Es ese momento si es
alguien cercano, en el que todos pensamos que también nosotros podemos ser
víctimas de una accidente de tráfico, y cambiamos nuestro comportamiento al
volante.
La
rechazamos como si de una injusticia se tratara, contra la que nada se puede
hacer porque en teoría, nadie es responsable, en todo caso el propio impedido.
Sin embargo convivimos a diario con ella; son las producidas por los accidentes
de trafico.Pero,admitimos el dramatismo del hecho, no deja de ser un asunto
menor si se lo compara con las secuelas físicas y mentales, cuando no morales,
cuando no morales, a los que ha de enfrentarse el que tiene la “ fortuna “ de
sobrevivir.
No tenemos
que esperar a que esa lotería de la mala suerte nos toque para cambiar nuestra
actitud a la hora de conducir, tenemos que ser responsables de nuestros actos
en todo momento y que nadie pague la injusta consecuencia de nuestro
comportamiento irresponsable al volante.
¿ es posible
detener esta desesperante sangría humana que ya comienza a parecerse a una
lacra social ? Los poderes públicos tratando de atajarla con los únicos
argumentos a su alcance, esto es la vía de la sanción acompañada en ocasiones,
de anuncios tremendos, cuando no tremendistas, de las consecuencias derivadas
de tal hecho.
Pero, ¿ se
podría hacer algo mas ?
En los viejos
tiempos escolares castigo y penitencia no siempre iban acompañados de propósito
de enmienda, pero copiar quinientas veces una palabra , al menos, una
dificultad para su hipotético olvido. Esa parte de la educación de una época,
pero educación al fin y al cabo, que pretendía ser la base de ese valor del que
no andamos muy sobrados en la actualidad: responsabilidad. Y de eso se trata de
educación, en su mas amplio sentido, en
la que la educación vial se nos antoja fundamental.
Es
verdad, que es lo que tratan de hacer
las autoridades con éxito mas bien escaso y para paliar esa falta de interés
ciudadano de ( ¡a mi eso no me va a ocurrir! ) , es importante complementar lo que de bueno tienen las
iniciativas de la administración con las iniciativas promovidas por la
fundación HELTZEN, fundación vasca para la seguridad vial cuyo objetivo es
devolver a la sociedad parte de lo que no ha dado.
Desde
HELTZEN, fundación Vasca para la seguridad vial estamos convencidos que con una
educación vial se puede conseguir el objetivo de CERO víctimas mortales por
accidentes de tráfico evitables. Así mismo las personas que utilizan el
vehículo para sus desplazamientos al lugar de trabajo y los que trabajan
conduciendo son los más expuestos y por ello desde HELTZEN tienen una atención
especial con los planes de seguridad vial para empresas.”